Es una situación que debemos tener en cuenta cuando montamos un PC. Aunque los componentes sean nuevos, de buena marca y con un buen montaje, siempre tenemos que tener presente la Primera Ley de Murphy “Cualquier cosa que tenga la mínima posibilidad de que salga mal, ... saldrá mal”.
El ordenador enciende, los ventiladores giran, las unidades suenan y reciben alimentación (se encienden los leds), pero el ordenador no hace nada más y la pantalla permanece oscura (ni siquiera el led del monitor cambia a verde). Esto es signo de avería y habría que detectar que componente la causa. El principal problema es que en esta situación se comience a tratar diferentes tipos de cosas sin un procedimiento normalizado. El realizar comprobaciones, sustituir componentes, sin ningún tipo de orientación previa puede derivar en la Primera Ley de Boris sobre la Ley de Murphy: “No hay problema que no pueda resolverse sin crear otros”.
Un primer conocimiento es saber que ocurre internamente cuando le damos al botón de Power hasta que aparece nuestro sistema operativo cargando. Cuando encendemos el ordenador, nuestra placa base hace una especie de escaneo a todo el sistema para comprobar si todo está en regla y continuar cargando:
- POWER, llega el voltaje a placa base.
- Se alimenta a los dispositivos de almacenamiento.
- El microprocesador resetea todos los "contadores" y registros para partir de 0.
- Busca una dirección de BIOS para testear la máquina, y también busca el test (Comprobación de dispositivos conectados).
- POST ( Power On Self Test ). Conjunto de rutinas y programas que chequean el hardware. Aquí es donde se producen los pitidos que indican el estado del ordenador.
- La BIOS envía al micro señales y asigna canales DMA y IRQ.
- Inicializa la BIOS de la VGA.
- Testeo y cuenta de memoria.
- Habilita Teclado ( led's) y genera entradas.
- Busca el sector de arranque.
- Carga el "boot manager" y cede el control al sistema operativo.
Detectar el componente.
Una vez conocido como funciona el arranque hay procedimientos para detectar que componente es el causante de la avería y que hace que el equipo no arranque.
Aunque lo primero que hacemos es una comprobación visual del equipo (ver es si funcionan los ventiladores y si se enciende alguna luz o hace algún ruido), no hay que olvidar de primeras comprobaciones que se suelen pasar por alto al ser obvias, por ejemplo, mirar que la fuente de alimentación esté bien enchufada a la toma de corriente, si tiene un interruptor, mirar que éste esté en la posición correcta, que el interruptor de 110/220 V de la fuente de alimentación está en la posición correcta. Otra prueba a poder realizar es resetear la Bios a través del puente en la placa base o quitando la pila.
Hechas estas comprobaciones, podemos seguir con otros pasos (asegurarse que el altavoz interno está conectado y funciona):
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Descartar un fallo en el botón de encendido (aunque esto es muy raro). Podemos cambiarlo por el botón de reset y probar.
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Aunque el ordenador no arranque, sí debería encenderse la fuente de alimentación. Para descartarla podemos cortocircuitar el conector principal de la fuente de alimentación (cable negro y cable verde). Si se enciende, la fuente está bien.
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Comprobamos que los conectores de corriente necesarios para la placa base estén conectados (conector principal, auxiliar 4 pines, etc.).
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Desconectamos las unidades ópticas (CD/DVD), discos duros, disquetera y lector de tarjetas. Quitamos todas las tarjetas auxiliares que tenga, así como la tarjeta gráfica y la memoria. Arrancamos el ordenador y debe dar el pitido de gráfica desconectada. Si lo hace instalamos la gráfica, si no la avería puede estar en la placa base, procesador o tensiones desde la fuente de alimentación.
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Desmontamos el disipador y el procesador, encendemos y debe pitar. Si no emite ningún pitido la avería es de placa base.
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Limpiamos tanto el procesador como el disipador de restos de pasta térmica y volvemos a montarlo con pasta térmica nueva, asegurándonos de que quede bien colocado y el disipador haciendo un perfecto contacto con el procesador. Arrancamos y comprobamos si se producen los pitidos de aviso. Si sigue sin dar ninguna señal, el problema es el procesador.
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Colocamos la tarjeta gráfica, conectamos el monitor y encendemos. Si no hace ningún sonido, la tarjeta gráfica está mal. Igualmente es un problema de la gráfica si los pitidos son uno largo y dos o tres cortos, en cuyo caso deberíamos probar con otra tarjeta gráfica. En las placas base con gráfica incorporada, los pitidos de señal de avería son uno largo y dos cortos.
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Si la tarjeta gráfica está bien, pasará el test y nos dará el aviso de que no tiene memoria (un pitido largo, en algunas placas tres pitidos largos). Colocamos las memorias. Solo con esto ya debemos tener señal en el monitor (aunque evidentemente se detendrá al no encontrar nada más conectado). Si no tenemos señal y continúan los pitidos largos, se trata de un problema de memoria. En el caso de que tengamos varios módulos, probaremos con uno solo, alternándolos para ver cual es el que está mal. Incluso los probaremos en los diferentes bancos de memoria, para descartar también un fallo en estos.
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Si tenemos señal en el monitor, debemos ir conectando el resto de elementos siguiendo un orden: discos duros, lector de DVD, regrabadoras, lector de tarjetas, dispositivos PCI (dejando para el último la capturadora, si es que tenemos). Así localizaremos el que esté fallando.
También es posible que sólo se trate de un mal contacto. Puedes limpiar los contactos de las memorias y las tarjetas auxiliares con una simple goma de borrar y después limpiar los restos.
Para todo esto se puede seguir unos diagramas que ha diseñado un tal JoSeMi en la página de configurarequipos.com para la detección de averías.
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